Historia
Papa Clemente VII |
El ansia de poder, ese
dulce que sucumbe a los hombres y les hace perder su alma, e incluso
la vida, llevó al Papa Clemente VII a ver como España se hacía con
la llaves de San Pedro en la tierra.
Clemente VII había
conseguido llegar a lo más alto que podía llegar a ser una persona
de aquella época, a ser nombrado Papa, gracias a los favores del
Papa predecesor. Pero en su avaricia carnal, en su intención de
hacer prevalecer su apellido sobre el rival, el su particular
Vendetta contra España que había logrado en la persona de Carlos V
más poder que el mismísimo Papa, su odio e intereses personales
prevalecieron. Para lograr dichos intereses, firmó acuerdos con
enemigos de la Fe Católica, extorsionó a caballeros para que
rompieran tratados de paz, destrozando así su honor, e hizo todo lo
que estuvo en su mano para comprometer a la Ciudad Eterna a otro
episodio histórico dantesco, así como dejar una grieta irreparable
en la imagen de la Iglesia Católica para todos aquellos que veían
como eran profanados los ideales originales.
Heredad Europea de Carlos V |
Fue así como 20.000
regulares de las tropas Imperiales, el 5 de Mayo de 1527 asediaron
las murallas romanas con el propósito de hacerse con el control de
la ciudad, una vez superadas y vencida la guarnición, sólo quedaba
derrotar a la Guardia Suiza encargada de defender al Papa, compuesta
por 500 hombres que lucharon presto y fieles para que Clemente VII
consiguiera escapar, momentáneamente de su inminente destino, por la
puerta secreta. De los valientes soldados suizos, sólo sobrevivieron
42, los cuales fueron testigos de la furia, el odio y de los más
terribles excesos que se cometieron en la ciudad de manos de los
soldados Imperiales que decidieron cobrarse a su libre antojo la
recompensa por su victoria.
Pero la política, en su
capacidad de sorprender, nos dejó la disculpa del todopoderoso
Carlos V, por haber vencido a la cabeza visible de su propia Fe,
incluso vistió el luto por un tiempo en muestra de respeto y
condolencia, pero por el contrario, se había ganado el favor de los
"dioses", pues Clemente VII, durante el resto de su vida como Papa,
siempre tomó decisiones en favor de España, evitando enfurecer de
nuevo a los españoles. Como en el famoso caso de la petición del
monarca Inglés, Enrique VIII, de divorciarse de Catalina de Aragón.
Desde aquel momento, el Reino España y el Estado Pontificio, han mantenido una estrecha relación colaboradora.
Desde aquel momento, el Reino España y el Estado Pontificio, han mantenido una estrecha relación colaboradora.
Tropas Imperiales en Roma |
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