Opinión
Pende sobre la
tauromaquia y en concreto con las corridas de toros, una espada de
Damocles, esta espada es la opinión negativa y rechazo en auge de la
sociedad. La tortura y el sufrimiento que padece el animal hasta
llegar a su muerte, no está justificado bajo ningún concepto en la
sociedad actual, por mucho que se quiera llamar tradición y arte, y
precisamente para que no se pierda ni el arte, ni la tradición,
que sin duda alberga el lidiar contra un toro, no queda otra que
aplicar la máxima de, renovarse o morir.
La Tauromaquia es una práctica que se remonta a la Edad de Bronce, aunque el espectáculo moderno tal y como lo conocemos se origina en España en el siglo XII. Siendo una práctica que se extiende por toda la península Ibérica, el sur de Francia, así como allende los mares, en Iberoamérica, EEUU, Filipinas o China.
La práctica engloba
diversas modalidades, no sólo el lidiar contra el toro en la arena,
si no que también se considera todo el proceso de crianza del
animal. Además lleva consigo un negocio que va más allá de la
venta de carne de toro o de los ingresos obtenidos en taquilla por la
corrida u otra actividad relacionada, hay que tener en cuenta la
escenografía, músicos, diseñadores de trajes de luces, de
carteles, caballerizos, etc... En definitiva, un activo que genera
riqueza, tanto cultural como de capital. Pero como digo, para que
todo ésto no se pierda debe renovarse y hacer que la gente vea el
espectáculo y sea capaz de sentirse bien consigo misma. Por
ejemplo, creo que se deberían eliminar a los piqueros y
banderilleros, y a cambio poner recortadores, que dan espectáculo y
no incomodan a nadie.
En mi opinión, las
corridas de toros representan un acto de valentía y superación, en
reminiscencia de aquellos cristianos que padecieron en la arena de
los coliseos romanos a garras y fauces de las fieras. Considero, por
tanto, la fiesta nacional como muestra idiosincrásica de nuestra
sociedad española. Eso si, he de decir, que yo nunca he ido a ver
una corrida, y tampoco he visto una por la televisión, es un deporte
que no me llama la atención precisamente porque no me gusta ver
sufrir a nadie o a nada. Pero si evolucionase... si fuese ir a ver a
un hombre enfrentarse a un toro bravo, usando como armas su
intelecto, un capote y un grupo de
recortadores, con
pasodobles o cualquier otra música animando el ambiente, igual sí
iría, y además estoy casi seguro de que mucha más gente estaría
orgullosa de apoyar este deporte genuino español. Lo que ahora, por
el contrario, muchas veces se tiene que bajar la cabeza por
vergüenza a que se nos tache de salvajes.
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