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viernes, 23 de noviembre de 2012

Perdidos en el futuro

Opinión

 

 
De pequeño estaba obsesionado por el futuro, películas como "Regreso al Futuro" alimentaban mi obsesión, y es que, todo en los ochenta parecía mucho más futurista, luces de neón en grandes avenidas, pantallas gigantes en preciosos rascacielos acristalados, coches fantásticos como el "Pontiac Trans AM", etc .... quizá era por eso que pensaba que en los Estados Unidos vivían en otro tiempo distinto al mío, por supuesto, mucho más avanzado. Supongo que ésto, en realidad, era un poquito así hasta que la globalización hizo que con dinero, cualquier parte del mundo acabara pareciendo el mismo lugar. Yo, sumido por la imaginación, recortaba de revistas anuncios de tecnología para decorar mi habitación al más puro estilo "película de ciencia ficción", una pantalla de plasma aquí, un medidor de tal por allá, un escáner de retina en la puerta, etc...  

Pero un día me paré a pensar, han pasado x años, y todo sigue igual, no hay coches voladores, el edificio de ladrillos no ha mutado a rascacielos de cristal, y empecé a ver la realidad, a apreciar lo bonito de las cosas que había en la ciudad, cambié el futuro por el pasado, empecé a interesarme por la evolución de las cosas, y así cambie la ficción por la historia. Empezó a darme igual qué nuevo artilugio sacasen al mercado, pues al mes siguiente sacarían otro del que dirían que es mejor que el anterior, así, hasta la locura, y aquello resultaba absurdo. Pero ahora me doy cuenta de que he vivido la llegada del "futuro" que de pequeño soñaba, Relojes que eran capaces de cambiar de canal, walkman que fueron siendo más pequeños y bonitos, para luego "morir"  por ser sustituidos por los discman, a los  que les deparó el mismo destino, ser sustituidos por mp3 que eran capaces de reproducir música sin necesidad de ningún soporte. Las cámaras de fotos,  que funcionaban con aquellos carretes tan caros de revelar y que  para cuando tenías las fotos habías crecido un palmo, y para colmo, la mitad de las fotos no salían como se quería. Era entonces cuando todo el mundo deseaba una cámara Polaroid, que te imprimía la foto al instante, (woo)  sin que nadie llagase a intuir que las cámaras con carrete tenían los días contados, o  la llegada de las videoconsolas, la Nes, la Megadrive, la n64, la Playstation, etc, más de lo mismo con los ordenadores, y ni que decir tiene de los móviles, que han sido capaces de englobar a todo lo anterior. El primer móvil que vi fue el de Zack Morris en Salvados por la campana, y aquello, más que un móvil era una cabina entera.

No sé, el futuro me gustaba más desde la ignorancia, desde una visión capitalista que bebía sin darme cuenta con las producciones Hollywoodienses, y es que, en los ochenta nacimos "libres", no había una España a la que adorar, no, había muchas "normas", había que ser bueno, respetar y sacar buenas notas, haciendo eso, uno llegaría lejos. Aquello funcionó, el tiempo que funcionó, viviéndo de la herencia del pasado, de ese pasado en el que Estados Unidos era el futuro, en ese pasado en el que cuando los americanos llegaban con sus enormes automóviles, en España, la gran mayoría iba en Burro, en ese tiempo en el que cuando ellos eran capaces de llegar a la Luna, aquí nos maravillábamos de llegar vivos a Madrid por nacionales, y quizá añore todo ésto, porque el perseguir aquel futuro nos hacía mejores, porque el tener un modelo en el que fijarnos, nos trajo al futuro, y ahora que estamos en él, estamos perdidos.     

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